Como región culturalmente fuerte, el País Vasco trasciende todos los límites convencionales. A caballo entre Francia y España, se ha alimentado con influencias de ambos países para crear su propia identidad, potente e independiente del tiempo. En Francia, forman parte de este país tres provincias del departamento de los Pirineos Atlánticos. La Soule, al interior de las tierras, montañosa y salvaje; la Baja Navarra, entre montañas y valles del lado de Saint-Palais; y Labourd y su fantástica costa vasca, de Anglet a Hendaya pasando por Biarritz y San Juan de Luz.
De este lado oeste del País Vasco, la vida es más animada, pero la naturaleza sigue siendo sorprendente. La Rhune, montaña mítica del País Vasco, domina las llanuras interiores desde sus 905 m. Las poderosas olas que rompen en la costa son un placer para los surfistas. Los pimientos de Espelette perfuman el ambiente cálido del sur. En el País Vasco, nada parece normal, incluso las canciones tradicionales en la misteriosa lengua regional que dio su nombre a esta gente extraordinaria.